Miércoles, 1 de Mayo de 2024

Qué par de pájaros: En Avellaneda, Ferraresi y "Cacho" Álvarez vuelven a acercarse

El concejal cercano a Baldomero Álvarez de Olivera, Benicio Gutiérrez, confesó que apoyarán a Jorge Ferraresi para renovar su cargo de Intendente en las elecciones de este año. Repaso por un tortuoso vínculo que ya lleva casi cuatro años y ahora empieza a cambiar.

31-05-2015



Los movimientos políticos que insinuó el sector de Baldomero Álvarez de Olivera, esta semana, empiezan a cerrar el panorama electoral para el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que suma un virtual apoyo clave y llegará a agosto con importantes perspectivas para los comicios de este año. Sus posibilidades eran elevadas antes de este reacomodamiento, más ahora que el massismo quedó definitivamente fragmentado y será acompañado por un espacio que -aunque diezmado- conserva importancia.

El concejal "cachista", Benicio Gutiérrez, anunció que trabajarán en conjunto con Ferraresi.

"En lo local seguramente vamos a acompañar a Ferraresi", afirmó el edil del bloque Frente Peronista.

Gutiérrez es uno de los tres concejales que integran la bancada opositora, una creación que data de abril último, cuando salieron del Frente Renovador tras los pasos de Álvarez de Olivera. El senador provincial, efectivamente, había pegado el portazo del massismo y comunicado que apoyará a la figura del Gobernador bonaerense, Daniel Scioli.

Pero tan pronto como armaron esa tira, un mes atrás, también anticipaban que tendrían una postura esencialmente crítica sobre la gestión local y presentaron una serie de proyectos ríspidos, incluidos algunos pedidos de informe duros para la administración de Ferraresi. Ahora, Benicio Gutiérrez blanqueo un giro de 180 grados que esconde, tras bambalinas, un aparente acuerdo entre el propio Ferraresi y "Cacho" Álvarez.

Cabe recordar que Ferraresi, ex secretario de Obras Públicas local, llegó a su cargo a través del apoyo de Álvarez. Él era el segundo en la línea sucesoria cuando el ahora legislador bonaerense pidió licencia para asumir como ministro de Desarrollo Social en el Gabinete sciolista, esperanzado en que sería ungido como eventual candidato a Vicegobernador del Frente para la Victoria.

La apuesta salió mal, tuvo que conformarse con una senaduría y encima perdió poder en su Avellaneda histórica. Es que apostó por Ferraresi, que ganó la elección del 2011 sin despeinarse y éste -a los pocos meses- comenzó a dar muestras de autonomía y mayor afinidad con la cúpula del Gobierno nacional, especialmente con algunos funcionarios como, por caso, Carlos Tomada, el ministro de Trabajo.

Baldomero respondió con complicaciones en el Concejo Deliberante hasta que la relación acabó por quebrarse en octubre del 2012 y el bloque oficialista sufrió una ruptura explícita. Ferraresi tuvo que buscar nuevos aliados, reordenar su equipo municipal y establecer alianzas con el sector más conciliador del incipiente -en ese momento- Frente Renovador.

Más tarde "Cacho" mismo saltó a las cercanías de Massa pero, tras dos años donde no consiguió nada ni sacó rédito alguno, pegó una nueva vuelta de timón. Se acercó a Scioli nuevamente y ahora parece que empieza a reconstruir su vínculo con Ferraresi. Será como dice Gutiérrez, su hombre en el HCD: "Todo es posible como decía el General".

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